Libros recomendados sobre El CID
Héroes de la historia, El Cid Campeador, Don Rodrigo Díaz de Vivar. Los árabes cruzaron los pirineos y continuaron su expansión por Francia hasta que fueron derrotados en La Batalla de Poitiers (Batalla de Tours), poco antes unos pocos guerreros cristianos hicieron frente a los invasores musulmanes derrotándoles también en la Batalla de Covadonga. En ese momento comenzó la Reconquista de la Península Ibérica. Es imposible mencionar la Reconquista sin pensar en el héroe más famoso que ha dado España. Don Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, era el mayor temor de los árabes, y despertaba una gran admiración entre sus soldados así como una gran envidia entre sus señores y rivales sociales. Valiente como pocos, y fiel a su rey como ninguno, Don Rodrigo combatió incontables veces en los campos de Castilla y sus hazañas pronto se convirtieron en leyendas. Siempre ha sido difícil saber que hechos de los que han llegado a nuestros días eran reales y cuales eran fruto de mitos que se creaban del gran Cid. Lo que si sabemos es que Don Rodrigo era un gran hombre de armas, manejaba la espada y cabalgaba como pocos, pero además de sus grandes dotes militares el Cid era un hombre culto, criado en la corte y con una capacidad de liderazgo que hacia que cualquier hombre le siguiese a donde fuera en su cruzada por la Península Ibérica.
Héroes de la historia, El Cid Campeador, Don Rodrigo Díaz de Vivar. Los árabes cruzaron los pirineos y continuaron su expansión por Francia hasta que fueron derrotados en La Batalla de Poitiers (Batalla de Tours), poco antes unos pocos guerreros cristianos hicieron frente a los invasores musulmanes derrotándoles también en la Batalla de Covadonga. En ese momento comenzó la Reconquista de la Península Ibérica. Es imposible mencionar la Reconquista sin pensar en el héroe más famoso que ha dado España. Don Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, era el mayor temor de los árabes, y despertaba una gran admiración entre sus soldados así como una gran envidia entre sus señores y rivales sociales. Valiente como pocos, y fiel a su rey como ninguno, Don Rodrigo combatió incontables veces en los campos de Castilla y sus hazañas pronto se convirtieron en leyendas. Siempre ha sido difícil saber que hechos de los que han llegado a nuestros días eran reales y cuales eran fruto de mitos que se creaban del gran Cid. Lo que si sabemos es que Don Rodrigo era un gran hombre de armas, manejaba la espada y cabalgaba como pocos, pero además de sus grandes dotes militares el Cid era un hombre culto, criado en la corte y con una capacidad de liderazgo que hacia que cualquier hombre le siguiese a donde fuera en su cruzada por la Península Ibérica.
Nombre: Rodrigo Díaz de Vivar (1048 - 1099).
Apodo: "El Cid Campeador".
Rango: Príncipe de Valencia.
Guerras: Reconquista de la Península Ibérica.
El Cid nació en Vivar un pequeño pueblo de la provincia de Burgos.
Era de familia noble tanto por parte de madre como de padre. Con su padre comenzó a aprender a manejar la espada y a
cabalgar grandes caballos. Cuando Rodrigo tenía 15 años, su padre murió, y
gracias a su "sangre azul" fue llevado a la corte del rey Fernando I
donde se formó tanto en las letras como en las leyes permitiéndole durante el
resto de su vida moverse en todo tipo de situaciones formales. Durante esta
etapa conoció al príncipe Sancho, hijo del rey del que se hizo muy amigo, prácticamente hermanos. También por estas fechas, el Cid comenzó a tener contacto
con las batallas de la época acompañando al ejército de Castilla.
Su gran amigo Sancho, a la muerte de su padre fue proclamado rey
con el sobrenombre de Sancho II de Castilla, durante el reinado de este, el Cid
gozó del favor real y era una de las personas más cercanas al monarca, lo que
le dio mucho nombre e influencias dentro de la Castilla medieval. A los 23
años, obtuvo el titulo de campeador tras vencer en un duelo personal al alférez
del Reino de Navarra.
El fallecido rey Fernando I, dejó como herencia un territorio
dividido en tres reinos, uno para cada hijo. A parte de castilla los otros dos
eran León cuyo rey era Alfonso VI y Galicia, cuyo rey era García. Los tres
hermanos entraron en guerra por la disputa del total de la herencia. En esta
guerra Don Rodrigo comenzó a labrarse su fama como militar siendo determinante
en muchas batallas para llevar a su rey y amigo Sancho II a la victoria
apresando al hermano de este, el rey de León Alfonso VI. La nobleza de este último
se sublevó ante su nuevo rey y se hizo fuerte en Zamora. Pronto el Cid con el ejército
del rey Sancho puso cerco a la ciudad tomándola pero sufriendo una terrible
perdida. El rey Sancho II fue asesinado. Alfonso VI que estaba preso asumió el
trono de León y Castilla. Aunque en un principio las relaciones entre el Cid y
el nuevo monarca son buenas, pronto estas empiezan a marchitarse. El Cid era ya
una gran figura militar y a todos los rincones de Castilla llegaban los relatos
de sus hazañas y como una y otra vez rechazaba toda incursión mora que llegase
del Sur. Esto enojaba a Alfonso VI quien cegado por la envidia de ver como el
pueblo quería mas al Cid que a el desterró a Don Rodrigo en el 1081.
300 hombres le acompañaron y acudieron a Zaragoza donde
Al-muqtadir les dio cobijo. A cambio estos le ayudarían en una difícil guerra
en el levante español. El Cid sirvió en Zaragoza durante 6 años a las órdenes
de Al-muqtadir y de su sucesor Al-mutaman. Durante estos años el héroe
castellano fue muy útil ya que cosechó un importante número de victorias
militares contra multitud de enemigos. En Zaragoza, la población le aclamaba y
era poco menos que un Dios. En 1087, el Cid salva sus asperezas con Alfonso VI
y vuelve a servirle ya que este siempre fue un hombre fiel a su rey, y el entendía
que el debía lealtad. Rodrigo es enviado al Levante donde lleva a cabo unas
acciones militares con éxito. Yusuf un importante líder árabe llega a la península
para reforzar a los musulmanes. Alfonso VI le sale al paso esperando el
refuerzo del Cid pero este por problemas logísticos no se encuentra con el.
Este hecho pone furioso al monarca y destierra al campeador de nuevo. Esta vez
esta solo, Castilla no le ofrece ni siquiera hombres tan solo le acompañan sus
hijos y su mujer, pero es entonces cuando multitud de hombres maravillados por
las grandes historias del Cid Campeador deciden seguirle. Don Rodrigo Díaz de
Vivar se convierte entonces en su propio caudillo. En menos de un año se hizo
con los reinos moros de
Lérida, Tortosa, Valencia, Denia, Albarracín, Alpuente, Sagunto, Segorbe y
Almenara, estableciendo un protectorado de considerable tamaño. En 1093 pierde
Valencia cuando mataron a su protegido allí estando el Cid en Zaragoza por
asuntos militares, pero tras un asedio de 19 meses esta fue recuperada. Un
ataque árabe en 1093 sobre valencia de más de 10.000 caballeros dio lugar a la
mayor victoria del Cid, quien destrozó a los atacantes gracias a su ingenio
militar y a la casta derrochada en la batalla, obteniendo un gran botín.
En 1097 muere en combate Diego, su único hijo varón
en la Batalla de Consuerga. Don Rodrigo, ya como Príncipe de Valencia centra
todos sus esfuerzos en contener el avance musulmán ya que su ejercito esta en
plena época de esplendor. Desde que alcanza el poder en Valencia las batallas y
las escaramuzas en las que participa son constantes y casi todas
tienen un denominador común, el éxito. Finalmente Don Rodrigo Díaz de Vivar,
"el Cid Campeador" muere en 1099. Cuenta la leyenda que un ataque árabe
sobre Valencia poco después de su muerte estaba siendo bastante desfavorable
para las fuerzas cristianas hasta que su mujer, Doña Jimena que heredaría el
trono de Valencia, le vistió ya muerto con su espada Tizona y su caballo Babieca
y le colocó en lo alto de una colina bien visible, haciendo huir a los
musulmanes con su sola presencia. Cierto o no lo que si esta claro es que el
Cid era un hombre temido y respetado allá donde fuese, todo un héroe.
En nuestros días la vida del Cid esta recogida en multitud
de películas, y obras de todo tipo. Pero si hay que destacar un a obra por encima de las demás este es el Cantar de Gesta
“El Cantar de mío Cid” una obra literaria a la altura de las mas grandes.
Tizona, la espada del Cid
Gran entrada de un grandísimo héroe, es uno de los temas que tengo pendientes de tratar.
ResponderEliminarPor cierto, revisa el artículo que hay dos fechas mal, se te ha "corrido" el 0 del segundo al tercer lugar.
Me gusta mucho el blog... soy una aficionada a la historia.
ResponderEliminarSi te gusta a ti también, te invito a conocer la colección Breve Historia y si te animas, a conocer su facebook donde ahora sortean dos de sus novedades, Breve Historia de Roma y Breve Historia de los Cátaros.
Un saludo,
https://www.facebook.com/brevehistoria
Muchas gracias Viriato, menos mal que de vez en cuando os dais cuenta de esos detalles!
ResponderEliminarDe nada, a mandar.
EliminarHay una cosa que no acabo de ver clara: La envidia de Alfonso VI. A mí, por lo (poco) que he leído, me da la impresión de que los problemas del Cid venían más de sus roces con la nobleza leonesa que con el propio rey.
ResponderEliminarMe encanta
ResponderEliminartodo lo que le sucede es por el rey Alfonso
ResponderEliminarAlgunos investigadores consideran que El Cid era un señor de la guerra con un ejército profesional de 8.000 mercenarios, la más poderosa fuerza militar de la época. Puso su ejército al servicio del que pudiera pagarlo, moro o cristiano y derroto igualmente al moro Yusuf y al Conde de Barcelona.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTe pongo mi nombre de mi blog: dvdbelenguer.blogspot.com
ResponderEliminarYo también soy muy amante de la historia y hablo más de los héroes de la historia. No tengo tantas entradas como usted.
Ya que lo empecé hace dos meses sólo.
Zamora no pertenecía a Castilla así que difícilmente traiciono al rey Castellano más bien fueron los castellanos los que invadieron territorio leones y Zamora se defendió.
ResponderEliminarEl destierro del Cid no fue por envidia del rey, los nobles leoneses no le tenían mucho aprecio pero en el año 1081 no fue al cerco de Toledo pero si fue a saquear territorios de la taifa sin decir nada al rey por lo que Alfonso VI de León se enfadó y le desterró así que existe mucha falsa historia sobre la figura del Cid. Después de algún tiempo se reconciliaron y el rey le concedió fortalezas en la frontera pero volvió a no acudir a una batalla y fue desterrado de nuevo.
El cid quiso reconciliarse de nuevo con su rey por lo que envió a su único hijo Diego para que formara parte de las tropas de Alfonso.
La vida del Cid fue muy dura pero no es como se nos quiere representar, fue un hombre de su tiempo con ambiciones y debilidades que los cantares de gesta han ocultado.
el Cid, como bien dices era un hombre de su tiempo,una persona que se hizo a sí mismo y que tuvo su propio reino sin tener que deber pleitesía a nadie,pero que nunca lucho contra su propia tierra,Castilla. los cantares de gesta siempre ocultan las debilidades y ensalzan las azañas, ningún hombre es puro al cien por cien, eso no quita la grandeza al Campeador
EliminarHoy es un buen día para hacer un repaso de nuestra historia
ResponderEliminarok
EliminarGran homenaje en forma de canción de el grupo Avalanch:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=fMXTglIZnII
Camino hacia el sur
sin mirar atrás,
buscando una luz
entre tanta oscuridad.
Defiendo una cruz,
¿un símbolo de libertad?.
No tengo ningún
lugar al que regresar.
Guerras de religión
que debo sufrir y a cambio me expulsan de aquí.
Gritos de horror
y muertes en nombre de Dios.
Ni soy campeador, ni héroe de tanto dolor.
Castilla por ti
mi vida entera perdí,
y ahora mi rey me arroja al destierro
y me aleja de ti.
Si yo soy tu hijo mi Dios,
¿por qué he de sufrir? ¿por qué has de pedirme que viva y muera
así?.
Polvo, sudor y sangre obtendrás
a cambio de tu lealtad.
Dicen que muerto venciste al rival,
ni muerto te dejan en paz.
Polvo, sudor y sangre obtendrás
a cambio de tu lealtad.
Dicen que muerto venciste al rival,
ni muerto te dejan en paz.
Ellos eran tus hijos Señor,
¿por qué ahora ya no?
¿por qué no permites que recen a otro Dios?
He ganado una guerra por ti,
no merezco este fin,
solo quiero vivir
e intentar de una vez
ser feliz
Lo malo de resumir tanto es que se cae en imprecisiones. Como el reparto de la herencia, los sennorios de Zamora y Toro para las infantas y los reinos para los hijos varones y "Alfonso" fue "Alfonso VI" hasta su coronacion en Burgos, en fin, articulo exaltador y motivante aunque para las personas que amamos la historia, pudo haber sido mejor.
ResponderEliminarexcelente la verdad es que era lo que estaba necesitando, este es un gran blog.
ResponderEliminarGracias por compartir.
ResponderEliminarBueno he leído muchos libros y enciclopedias, pero la alusión que se le da de poseer el reino de Valencia no es dado por la cristiandad, sino por los príncipes musulmanes que lo aluden como príncipe, y dicho Reino de Valencia no es del CID, sino que además ya existía como tal por los propios musulmanes, siendo un gobernador para nuestros tiempos, o sea un señor feudal.
Es sabido que, por la cristiandad, dar cobijo a mercenarios o familias de éste era castigado en aquellos tiempos de la historia en Hispania (Véase ayuda eclesiástica para Jiména y sus infantes), además de tomar ciudades en nombre de Castilla y su rey,(después de haber sido perjudicado por un primer destierro) y por supuesto por Dios.(Lo hago constar pues en algunos documentales se hace arduo esfuerzo por aseverar de forma consistente que era un mercenario, y no tendría sentido para la definición de mercenario, pues de la misma manera todo infante o militia era un mercernario - tenía una paga mensual.)
He visto hasta armas que usaba dicho caballero singular en aludidos documentales que solo se asocian o aparecen un siglo y medio después..según algunos estudios de investigación.¿Hubiera un rey permitido que se crearan cantares o poemas de supuestas hazañas bélicas de Mío Cid siendo repudiado y siendo un mercenario al mismo tiempo?
Pues al ser un mercenario de forma abrumadora con inmenso ejército leal..¿Qué le impedía atacar a Castilla o destronar al rey cristiano?
¿Es correcto?
Si es así, o no, muchas gracias por compartir.
El Cid fue un mercenario, pero, incluso en el destierro, nunca sirvió a enemigos de su primer señor. Su caso es paralelo al del general bizantino Belisario, que pudiendo coronarse rey de godos y vándalos prefirió seguir vasallo de Justiniano a pesar de que éste cada vez recelaba más de él.
Eliminares un buen gerrero el mi idolo
ResponderEliminar